top of page

Piensa en la terapia como subir una montaña, primero tienes que pensar que puedes hacerlo, después hay que prepararse: llevar el equipamiento y ropa adecuada, comida. 

 

Cuando partes el ascenso, a ratos puede ser agotador y pasar por momentos difíciles, sin embargo vas descubriendo animales, flores, paisajes, colores, ¡y una satisfacción inmensa cuando llegas a la cima!, que es fruto de tu perseverancia. Por haber subido puedes contemplar ese increíble paisaje, ahí, la alegría por tu logro no tiene precio, nada ni nadie te la puede quitar, te probaste a tí mismo y saliste exitosa/o. Es el momento de disfrutar el paisaje y guardar ese recuerdo dentro de tus experiencias.

 

Ahora, imagina hacer eso acompañado por un especialista en montañismo, que te ayuda a prepararte, te guiara por el camino, en algunos momentos te motivará a seguir, algo similar se podría decir de la terapia, es un proceso que todos podemos hacer, que requiere cierto esfuerzo, pero cada uno va a su propio ritmo y preparándose de la manera necesaria para sí mismo, con una persona que te acompaña en el proceso de pensar sobre tí, los otros, tus pensamientos, emociones, reacciones, pudiendo detenerte a reflexionar en un ambiente seguro que permite desarrollar un dialogo interno.

 

¡Te convido a que recorramos este camino juntos!

© 2020 creado por María José Valdés Vergara 

bottom of page